El libro reconstruye el mayor escándalo de corrupción política de la historia de Colombia. Asimismo, relata en forma de diario cómo las autoridades y los periodistas de Semana y otros medios de comunicación descubrieron poco a poco los hechos que rodearon la narcofinanciación de la campaña samperista y que hacen parte del llamado Proceso 8.000.
Durante la investigación, los autores del libro entrevistaron a personalidades y a diversas gargantas profundas ; establecieron 16 nombres claves para las fuentes, que cambiaban cada dos meses; les llegaron los reportes semanales de un tal don José sobre lo que pasaba internamente en el Gobierno, y también recibieron llamadas con amenazas de muerte.
Después de dos años de investigaciones, los archivadores de los tres periodistas están repletos de agendas y libretas con apuntes. Guardan también la llave de una cajilla de seguridad donde, les prometió una mujer, hallarían unos casetes en que Botero y Samper hablan con los hermanos Rodríguez Orejuela. Sin embargo, la mujer desapareció sin revelar cuál era la cajilla.